Fotografía: J.M. López
"El fotógrafo se lleva la Nikon al rostro,
/una mujer llora ante el cuerpo
del que pudiera ser su marido/
/un niño inmóvil para siempre
con un arma entre las manos/
coloca su pupila en el centro del visor
/fusilan a un soldado/
/una muchacha corre descalza/
elige el mejor ángulo
/un coche en llamas/
/un cadáver en la orilla/
ajusta la apertura del diafragma
y la velocidad de obturación,
/un cuerpo salta de un edificio/
espera el momento preciso
/una niña sonríe mostrando
retiene el aliento y
el brazo que le falta/
aprieta el disparador.
Ya está.
El fotógrafo deja de existir.
La imagen queda quieta y en silencio,
condenada por siempre a recordar
el presente terrible de los hombres."
IMÁGENES/GRACIA MORALES
Centro Conde-Duque. Madrid. Hasta el 31 de enero de 2016
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