La fotografía urbana y de arquitectura de nuestra ciudad es un recurso fabuloso para practicar cuando no estamos en nuestros viajes. Si nos acostumbramos a mirar como si fuésemos turistas, seremos capaces de ver nuevos paisajes. Deberemos despojarnos de los prejuicios previos que traemos de casa para mirar con una mirada fresca y nueva. Así, veremos detalles que, de otra forma, nos pasarían desapercibidos.
Esta fotografía del Pabellón de Aragón de la Expo 2008 nos muestra una estructura agresiva y casi desafiante, cual armadillo en posición defensiva. La verdad es muy distinta y este edificio languidece solitario a la espera de que alguna Administración le encuentre algún uso.
La fotografía es un jpg directo de mi Olympus Pen F, ligeramente subexpuesto para oscurecer un cielo que ya apuntaba a la noche, y resaltar las formas del edificio.
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